Hace tiempo que quiero hablar largo y tendido de Mónica García Rodríguez pero, como todo en esta vida, he tenido que esperar al momento adecuado. Nos vimos durante el puente de Andalucía, para empezar a cuadrar planes y organizar los proyectos con un poco más de cercanía.
¡Lo que nos ha cundido desde entonces! Ella ha culminado su obra y yo he estado ahí para facilitarle el tránsito de hojas con el Club de las Letras de Santa Fe. Como no podía ser de otra manera, le ha quedado un libro precioso:
Con Jotta, el ilustrador, Mónica García Rodriguez, la autora,
y Josefina Arias, escritora.
Foto de Miguel Rodríguez Rodríguez.
Con Antonio, el director de la SRC Casino de Marbella
y Andrés, el editor de Ediciones Algorfa.
Foto de LV Mon Producciones.
Mónica desveló durante el evento los entresijos de su historia y explicó que ha decidido destinar sus beneficios de la venta a un proyecto estudiantil denominado La ola de los valientes, una comunidad de "Chavales que ayudan a otros Chavales". Dejo el enlace a su web:
Foto de José Quero.
Por mi parte, he contribuido en la obra con un prólogo que aporta respuestas al propósito de la autora, de contar con el club de lectura para compaginar su fábula fantástica con nuestros relatos. Asistí como representante del Club de las Letras para explicar los detalles de la colaboración entre ambas orillas.
El jueves 15 volví a acompañar a la autora en la Feria del Libro de Marbella. Fui testigo de lo muy querida que es Mónica.
Me ha encantado Marbella, pese al poco tiempo que he tenido de perderme por sus calles. Próxima parada para la presentación de Las 23 Hojas del Mar: Santa Fe, Granada.
Integrantes del Club de las Letras de Santa Fe
durante la presentación del libro Historias que no envejecen.
Foto del tito Antonio.
Esto es todo. ¡Gracias por pasarte a leer! Volveré en 15 días con la lista de lecturas del mes.
4 comentarios:
Gracia, Erika, por dedicarme un espacio tan detallado en tu blog. Estoy deseando compartir andadura literaria contigo! Eres fantástica, chica.
Colaboraciones entren autores veteranos,consolidados, ¡...y futuras promesas!
Estas actividades, cada vez más comunes, son realmente el factor decisivo para dar el empujoncito final a esos plumillas con miedo escénico a difundir sus primeras obras.
Mejor que los cafés literarios de antaño.
Si todo va según le he prometido a la siamesa, tendrás mucho más espacio en la bitácora. Yo también estoy deseando que empecemos a planificar... :)
Sin duda, José Manuel. Se pasa una la vida esperando a tener ciertas oportunidades y, cuando menos se lo espera, se ve envuelta en ellas.
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