jueves, 15 de diciembre de 2016

Orpheu tres


Conocí a Ramón Díez a través de la página de Chiado Editorial, el sello con el que ambos publicamos. Su primera novela, "El ruido de Ana", tenía un título tan sugerente para mí -sufridora como soy de acúfenos y otosclerosis-, que le envié solicitud de amistad por las redes sociales. 

Él la aceptó y poco a poco nos fuimos empapando de información de manera recíproca. Hasta que pasamos a los correos electrónicos. Había mucho interés por aprender el uno del otro. Yo quería conocer cómo llevaba su aventura editorial, y él deseaba que le pusiese en antecedentes sobre la experiencia de la Feria Internacional del Libro de Lisboa.

Y en uno de esos correos, La Propuesta. "Me gustaría contar contigo. Estoy haciendo un blog literario y la participación será bienvenida. Se aceptan textos de todo tipo".

Los que me conocéis, sabéis que no puedo negarme; que apoyo cualquier iniciativa artística que se me ponga por delante. Y en esta ocasión, no he podido evitar unirme a la causa: El blog se llama orpheu tres porque Ramón desea enarbolar la libertad de expresión para remediar la oportunidad que otros no tuvieron. Así que si, participo. Pero eso no es lo más relevante. Lo que importa es que el artífice del proyecto me da voz, al igual que a los demás.


Y por eso yo quiero hacer extensibles todas esas voces, en un mundo plagado de ellas. Cada cual debe encontrar dónde rebotar para crear su eco. Conozcan este proyecto, todavía verde pero muy prometedor, y lean a estos autores y autoras que tienen mucho que impresionar.  





Por cierto, su novela es deliciosa. La reseña ya está disponible para ser leída. Y como sé que os va gustar, os anuncio que en pocas semanas tendrá lugar el lanzamiento de "Cuentines", su segunda obra.

1 comentario:

Jose Manuel González dijo...

El proyecto Orpheu Tres tiene pinta de ser una iniciativa capaz de dar mucha guerra. Principalmente porque ninguno de sus participantes,al menos los que yo más leídos tengo, suele adolecer de bloqueos ni sequías creativas.