lunes, 25 de agosto de 2014

La Isla


Recientemente, he tenido la inmensa fortuna de visitar Formentera. Paseando por el centro de Sant Francesc Xavier, descubrí el Centre Artesà i Cultural Antoni Tur "Gabrielet". Atraída por el magnético cartel anunciante, me adentré en la Sala de Exposiciones.



Aunar a dos artistas para mostrar sus respectivas muestras, a veces es una propuesta arriesgada. Pero en este caso, fue todo un acierto. Por un lado, la colección personal de sellos de Daniela, presentada con un gusto exquisito, y su impresionante muestrario de tocados. Complementos que a priori yo misma me pregunté a quién podrían favorecer, elaborados con tejidos escogidos y vistosos elementos ornamentales, haciendo gala de una confusa sencillez y de una sorprendente versatilidad.

Por otro lado, las ilustraciones de Julie, de una sensibilidad extrema. Expuestos los originales a tamaño natural y reproducciones en varios formatos pequeños en papel de acuarela, quedé prendada del imaginario de esta joven francesa.



Aunque comprobar que todas estaban incluidas en un libro autoeditado terminó de hacerme temblar de emoción. La autora me explicó que llegó a Formentera hace cinco años. "La magia, la energía del lugar y símbolos como la barca catalana, la higuera y los lagartos fueron detalles que me marcaron e inspiraron este cuento."

Pero "La Isla (demasiado pequeña para ser conocida, pero suficientemente grande para acoger a algunos marineros y a sus familias)" no habla de la historia de la Pitiusa menor, ni es una leyenda adaptada. Para eso ya está la Historia documentada en las enciclopedias y el pasado vivido y olvidado. Se trata de un hermoso cuento, basado en lo vivido por alguien que no desea olvidar, sino sentir para seguir viviendo en este pequeño pedazo de mundo que es capaz de despertar emociones que en otros lugares permanecen ocultas.

Julie, te deseo mucha suerte, y que tus manos sigan volando libres para plasmar tu mundo interior.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sensaciones plácidas y hermosas...

Jose Manuel González dijo...

Si el navegante piensa en navegar...