jueves, 13 de febrero de 2020

Tengo el mono



Tenía el mono de escuchar música de vez en cuando. De mirar vídeos musicales, de buscar las letras que me gustan y traducirlas del inglés. Tenía el mono, también, de leer algo que me recordara mis sueños de juventud con la perspectiva realista que me dan los cuarenta. Y cuando esta novela cayó en mis manos, sentí curiosidad por si una artista tan completa como Ale Oseguera podría desvelar en sus páginas los trasfondos del mundo del arte.

Ahora estoy en condiciones de afirmar que he podido vislumbrar todas y cada una de las facetas de la autora en este libro. Poeta, escritora, actriz, guionista, performer, periodista, locutora, gestora cultural... No sé si me dejo alguna pero, lo cierto es que la mexicana ha compuesto una historia sobre el mundo del espectáculo y todo lo que cuenta suena orgánico, porque lo ha escrito desde la experiencia de sus propias tablas.


El caso es que he logrado satisfacer esa ansia de música y arte que cada poco me invade. ¡Ahora tengo el mono de subirme a un escenario



Realidad en mono, de Ale Oseguera. Publicado por Aloha Editorial.


No sé qué me atrae más, si el conocimiento que demuestra de la industria musical, del márquetin y de los fenómenos de masas, o la crítica social que envuelve a los personajes sobre la vida en México.


Vayamos por partes:

Ale maneja a las mil maravillas la jerga musical, dando pie a unas descripciones ambientales extraordinariamente poéticas y visuales (me gusta cómo juega con los diversos significados de la palabra mono y con los conceptos «real» y «sol», entre otros). Los protagonistas de su historia son cuatro jóvenes, de diversa procedencia y con aspiraciones variadas, que logran encajar porque les une el único vínculo que de veras importa, la música y la amistad.

El retrato de la juventud, desde los sueños de mozuelos, va evolucionando con la naturalidad y  las vicisitudes esperables de quien se expone a la opinión pública. Y es que son muchas las pruebas a superar: mantener el equilibrio entre el ego y los intereses del grupo, renunciar a unas facetas deseadas en pos de otras menos atrayentes, aprender más disciplinas artísticas para seguir destacando... Sin sucumbir a la presión, a la caída en desgracia y todos los demonios que ello conlleva.

Lo sonoro de unos versos conocidos, introducidos en el momento preciso, y lo visual de la escenografía se fusionan poniendo toda la carne en el asador cada vez que presenta una propuesta artística, ya sea en el talent show o en un concierto, como en el cabaret clandestino y en la traca final, donde la reaparición del guitarrista se ve superada por una pincelada de ciencia-ficción social tan creativa como inesperada.


Pero ¿de qué va la historia?

Realidad en mono cuenta las aventuras de unos jóvenes aspirantes a artistas que se conocen en una plataforma televisiva mexicana denominada El Instituto –similar a Operación Triunfo– de manera fragmentada. Y lo hace partiendo de un documental que recopila escenas de la interacción de los concursantes (Orlando y Rebeca) con los músicos de la orquesta (Gaby y Richie), imágenes de actuaciones, entrevistas de radio y declaraciones para la televisión, entre otros materiales. 

Ese guion audiovisual nos pone sobre la pista de cómo los músicos logran afianzarse entre el público y de sus pasos posteriores al talent show. A saber, los escándalos, el trabajo conjunto e individual en la composición y la formación de la banda de electrorock Mono Real.

El documental abarca un período de tiempo que va desde 2003, año de la tercera edición de El Instituto, hasta 2023, cuando se conceden las últimas entrevistas Y se emite, para más emoción, el mismo día en que Ricardo, el guitarrista de la banda, regresa con un concierto en solitario.
La novela, replicando la estructura de un tema musical, recorre la creación de la banda, el auge, el descenso, la reinvención, las segundas oportunidades; la convivencia, las desavenencias, la discordancia creativa, las obsesiones; las deudas,  las claúsulas abusivas de los contratos, el acoso mediático... Y también el autoengaño.


Llegamos al tema tabú.

A lo largo de la obra, uno de los temas más relevantes es la identidad sexual de los dos protagonistas masculinos. Unas imágenes confusas de Orlando y Ricardo se emiten por doquier y dan pie, de manera inmediata, a que Richie sea rechazado por sus padres.

La homofobia despiadada lanzada desde los medios de comunicación genera un debate a nivel nacional sobre la importancia de que los personajes públicos sean modélicos. Y los antecedentes conocidos en este tipo de conflictos hacen largo y difícil el camino hasta la aceptación.
  



Una última advertencia: si eres artista o tienes pensado vivir de tu talento, la lectura de este libro produce sueños vívidos, experiencias extra creativas y delirios de grandeza.

¿Te ha gustado la reseña? No dudes en compartirla. A los músicos nunca les viene mal la promo...


Te espero el próximo lunes 17 de febrero en la Librería Picasso de Granada para charlar con la autora y sentirte una estrella del rock. 

¡Gracias por pasarte a leer! Estaré de vuelta el 27 de febrero para anunciarte los próximos eventos.



2 comentarios:

Jose Manuel González dijo...

¿OT + Hablemos de Sexo? ¿Acaso la Doctora Ochoa cantaba...? 😝

Erika Cipré dijo...

Uf... Te quedaste en los noventa... ;)